El camerunés amenazó con dejar el partido por los gritos racistas de los aficionados.
En la liga futbolística de 2006, un grupo de aficionados insultó al camerunés Eto'o con gritos simiescos y le tiraron cacahuetes, un acto xenófobo sin precedentes.
Etoò marcó un gol e, irónico y satírico, se marcó un baile como si copiase los movimientos de un mono.
La situación se agravó acto seguido en un saque de esquina. Eto'o reclamó al colegiado, y el público, enfadado, decidió obsequiarle con el ¡uh, uh, uh! conocido. Al ver que los insultos no cesaban, el camerunés decidió salir del campo.
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