lunes, 10 de marzo de 2014

La tienda mágica

Un día soleado en una tienda mágica, me encontré a un mago con un sombrero de copa que me llamó la atención. Ese mago era mi amigo Willy el dependiente de aquella rara tienda que había situada al este del pueblo. Mi pueblo es Puerto Real, donde había mucha gente que quería aprender magia. El mago nos comunico que las clases empezaban al día siguiente, martes por la tarde. Al día siguiente cuándo ibamos a dar las clases de magia surgió un previsto. ¡El mago había ingresado en el hospital!. Todos nos vinimos abajo porque teníamos muchas ganas de empezar las clases de magia. Fuimos a visitar al mago al hospital y nos dijo que tenía un bulto grandísimo en la espalda y cuando se lo toqué gritó: ¡Ay!. Y nos dijo que se tenía que someter a una operación. Al cabo de unas horas terminó la operación todo había salido perfecto y al final pudo volver a dar clases de magia de la que yo aprendí un montón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario